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El nefasto

La tarde perece, poco a poco el cielo comienza a tornarse rojizo; ahí sentado, en su oficina, está el Licenciado Herminio Portillo Domínguez, actual director general de la revista Prensa Nacional. Herminio vivió el sexenio del presidente Miguel de la Madrid, de hecho para ésa época ya estaba adentrado en el periodismo y trabajaba para el Excélsior.

Lo primero que dice  y repite es que Miguel de la Madrid fue un presidente nefasto ya que implementó el Neoliberalismo social-sistema que asegura (Herminio) continúa hasta nuestros días- y que no funcionó para levantar a la nación, económicamente hablando.

Herminio dice que el presidente tuvo dos virtudes: en primera llegar a ser presidente de México y en segunda haber pasado el terremoto del 85; y ya sea que hayan sido golpes de suerte o no, el licenciado nos dice que gracias al terremoto México logró una (medio) estabilidad económica, ya que nuestra nación recibió el apoyo internacional tanto de bienes y alimentos como de valor económico.

El gobierno de Miguel de la Madrid se cobijaba bajo la bandera de la renovación moral en respuesta al nepotismo y la corrupción que se hizo presente en el sexenio de López Portillo, “Miguel de la Madrid hizo un libro muy bonito lleno de normas y reglas que jamás llevó a cabo; dicen que la letra, cuando no se lleva a cabo lo que estipula, es letra muerta, eso fue lo que hizo Miguel” menciona Herminio.

“Socialmente, Miguel de la Madrid, a pesar de ser un gran intelectual tuvo muchas fallas, no sé si fue por culpa de su gabinete  de él”, así se expresa el periodista, quién prefiere la administración de Salinas de Gortari a la de Miguel.

En la pared que yace detrás de él, yace colgada una foto de un joven Herminio, delgado y vestido de traje, quizá en ése entonces no estaba tan decepcionado del mediocre gobierno por el que ha pasado su país una y otra vez.

Ahora, asevera que la tendencia que debe seguir el país es la izquierda ya que las administraciones de derecha no han logrado una igualdad social; que la democracia no existe, sino una dedocracia y que los partidos políticos son inservibles.

Así Herminio se refugia en su laptop mientras afuera ya es de noche, oscura como el futuro de un México que poco a poco se deteriora más.